Una de las preguntas que más aparece al comprar por Internet, es sobre cómo funciona la devolución. Posiblemente te haya pasado que compraste algo y llegó roto, o que tu Courier te avisó que el producto no podía ser embarcado debido a una restricción Aduanera o de Transporte. En este artículo resumo un poco la experiencia de devoluciones y qué hacer para eviatarlas, y en caso de que tengamos que hacer una, cómo manejarla.

Lo primero, es tratar de evitar las devoluciones. Para eso, tengo publicado un artículo que habla sobre los Productos prohibidos para comprar por Internet. Es bueno revisarlo de vez en cuando y leerlo con atención. Allí se indican diferentes categorías que no se pueden traer o que no entran dentro de la franquicia.

Pero si igual compraste porque no sabías o algo te vino roto o equivocado, te pasará por la mente devolverlo.

Mis experiencias con devoluciones

Mi primera devolución fue de una película. Compré unas películas en Estados Unidos y una de ellas me vino equivocada. Hablé con mi Courier, y me dijo que la podían enviar y depositarla en un buzón del Correo estadounidense (USPS). Así lo hice. El problema es que en ese momento no razoné demasiado en que el costo de devolverla era tan alto, que simplemente desecharla y volver a comprarla era casi lo mismo.

Un segundo caso fue un lapiz de labio que compró un familiar. El lápiz de labios salió 2 o 3 dólares. Pero como es cosmético, el Courier nos avisó en Miami que no iban a poder traerlo a Uruguay. Nos ofrecieron procesar la devolución, pero el costo de devolverlo era de 5 dólares. Así que el lapiz de labios marchó a la basura en el Courier y mi familiar, como el envío no tenía tracking, le dijo a la tienda donde lo compró que no le había llegado. La tienda decidió asumir el costo y le devolvió los 2 o 3 dólares a mi familiar.

El último caso, me sucedió el año pasado. Traje un producto (con fines comerciales) que sospechaba que podía estar regulado y que no me iba a ser sencillo comprar, pero podía probar. Así que lo compré por AmazonGlobal. Cuando el producto llega al país, DHL me avisió de que necesitaba un trámite. Intenté hacerlo, pero no iba a ser posible. Entonces DHL me informó que el acuerdo que tenían con Amazon era que tenían que entregar el producto o devolverlo a Amazon. Así que luego de que cancelé la recepción del producto, tramité con Amazon la devolución del importe. Perdí solo el dinero del costo de envío, pero lo que era impuestos de importación y costo del producto, volvió a mi bolsillo.

Qué hacer si tengo que devolver un producto

Si te enfrentas a una devolución, lo primero, siempre, es averiguar los costos. ¿Vale la pena pagar un envío de retorno a EEUU o China para tramitar la devolución del producto? La mayoría de las veces, no. Hay veces que le costo de devolverlo es tan alto, que comprarlo nuevamente es más barato o casi lo mismo. Si el producto te llega en buenas condiciones pero no es lo que tu esperabas, lo puedes vender en MercadoLibre o alguna otra página similar. O quizás te lo quedas para hacer un regalo.

Si el Courier te avisa que no puede embarcar un producto, averigua si tiene costo de devolución. Si el costo es bajo respecto al valor del producto, te va a convenir devolverlo para que no sea una pérdida total. Y la mayoría de los Couriers te ofrecen retirar el producto en su depósito en Miami. No todo el mundo viaja muy seguido a Miami, pero capaz que si no somos nosotros, algún amigo o familiar que justo vaya a Miami y tenga tiempo, puede pasar por el depósito a retirarlo. Importante es saber que ese trámite también tiene un costo. Una vez lo hice con un termómetro digital que salió unos 10 dólares. El Courier me cobró 5 por el retiro en el depósito y esos 15 dólares era menos de lo que el termómetro costaba en Uruguay.

Otra cosa para tener en cuenta, es cuánto tiempo ha pasado desde que lo compraste. Algunos vendedores solo te aceptan tramitar devoluciones hasta tantos días desde la compra. Generamente ese tiempo va de 30 a 45 días. Si pasa ese tiempo quizás ya no puedas tramitar la devolución.